Justicia
Es una virtud que nos impulsa a dar a cada uno lo que le corresponde, en equidad y rectitud, teniendo en cuenta el bien común y la dignidad humana. Inspirados en las enseñanzas de Jesucristo, la justicia nos convoca a amar a nuestro prójimo, actuar con compasión y tratar a todos con equidad, reconociendo la santidad y el valor inalienable de cada persona. En la tradición cristiana, la justicia no solo se refiere a la corrección de las acciones externas, sino también a la intención y disposición interna de nuestro corazón. Es la manifestación práctica del mandato divino de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.